Asociación para el estudio de temas grupales, psicosociales e institucionales

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A. Scherzer: La zona común. Lo mutuo. El área 4


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LA  ZONA COMÚN.  LO MUTUO.  EL ÁREA 4


                                                                                             Alejandro Scherzer

Lo Micro. Desarrollos (1)

Para Armando Bauleo, mi Gran Maestro, compañero de rutas y amigo. Agradecido desde el alma, le dedico lo mejor que he pensado en estos últimos años, como corresponde a la talla de semejante generosidad hacia mi persona, hacia mi país y hacia una causa común compartida mutuamente por años.

Para concretar la utopía de la unidad latinoamericana falta tiempo, todavía.
Las políticas de los gobiernos de la llamada izquierda latinoamericana, apuntan a hacer salir a sus habitantes de las condiciones de colonizados, explotados, dependientes, sometidos. Explotar las condiciones naturales, mejorar la distribución de las riquezas y tierras,… son aspectos de un gran desafío: en lo macro
Del mismo modo, las encuestas y las estadísticas de los organismos internacionales no dicen cómo construyen la subjetividad sus encuestados. Ni cómo esas políticas incidirán en esa construcción.
Tampoco cómo generan estrategias comunes con otros, entre otros, en escenarios de la vida cotidiana: Familias, Grupos, Instituciones, etc.
Poco se habla de lo micro.
¿Cómo hacer para que las políticas “encarnen” en las condiciones  concretas de la existencia de la población, en la vida cotidiana, con otros, en distintas formas de organización social?
¿Cómo “cambiar la cabeza” “aprendiendo a pensar” las condiciones concretas de la existencia en la vida cotidiana, en cada lugar? ¿Cómo pensarla, desde qué parámetros?
 ¿Como visualizar la relación de los sujetos con su entorno y su contexto, en el aquí y ahora, cuando se plantean lograr objetivos en común, prescriptos o no por el sistema social, asumidos o no por ellos, y cómo los ponen en práctica en su quehacer cotidiano?
Puede ser un buen aporte el de los Psicólogos Sociales: en lo micro, así entendido.
En Uruguay, los treinta meses de gobierno de izquierda nos urgen a pensar qué hacer con la reforma del Sistema Nacional de Salud, cómo hacer, dónde, quienes harán, con qué herramientas… en lo micro.
Comenzamos a palpar que si bien vendrán nuevas políticas en este Área, nos interrogamos desde qué esquemas referenciales se diseñarán las políticas de Atención Primaria, de Prevención, la Atención Integral de la Salud Pública y Privada, etc.
¿Cómo se piensa la relación mundo interno – mundo externo a la hora de las políticas de Salud, de Derechos Humanos? 
¿Cómo se piensan las macropolíticas; para construir qué subjetividades?
¿Cómo tienen en cuenta “lo micro”, es decir, la subjetividad en la vida cotidiana?


II). EL DESARROLLO DE UNA PROPUESTA.-

En la década del 70, en el Río de la Plata, la realidad externa, para la mayoría de los psicoanalistas – corriente hegemónica de aquellos momentos en estas latitudes -, era construída a expensas de la externalización o proyección de la realidad interna, o en su defecto era objeto de estudio de disciplinas alternativas al Psicoanálisis como la Política, la Sociología o la Historia.
La Psicología Social, que trataba de hacerse un espacio, iba creciendo y desarrollándose.
He aquí un pequeño testimonio de un proceso histórico en este campo.
1) Proponemos, para pensar e investigar, la existencia de una nueva Área, que denominamos Zona Común o Área 4, para continuar con el pensamiento de Pichon Rivière y de Bleger en torno a las 3 Áreas de la Conducta:

Área 1: Área de la Mente.
Área 2: Área del Cuerpo.
Área 3: Área del Mundo Exterior.
Nosotros planteamos, entonces, un Área 4: la  Zona Común, la de Lo Mutuo.

   

Fig. 1. Continuidad con las ideas de Pichon Rivière y Bleger.                                             
Es una zona Conectiva, Conjunta, zona de intersecciones, zona de pasaje, zona del nosotros, zona mutua.
El idioma Español, y el portugués, nos permiten, afortunadamente, nombrar al nosotros, al vosotros, al ellos, al tú, que otras lenguas no poseen.
Esta Zona Común, es un buen ejemplo del pasaje del yo al tú, del yo al nosotros, del tú al nosotros, y otras combinaciones de relaciones.

Fig. 2.  Importación de un modelo de Intercambio Biológico: lo que sucede en el pulmón.

  

 
 
 Fig. 3. Distintas perspectivas de enfoque de cada persona.

 

 

         Fig.4. Esquema para el Intercambio Psicosocial.    
                                      
                

 

                                                                 Fig. 5                                                     

 

 

Para el Psicoanálisis clásico individual es una zona muda, ciega, sorda, e ignorada.
Es imposible abarcarla como globalidad con un abordaje individual, puesto que, ahí, analizando en la situación transferencial con el psicoanalista, no pueden hacerse presentes cuestiones claves de los mecanismos vinculares con otros, como la inducción, la colusión, etc.
El ejercicio de años en la Clínica Psicosocial nos fue llevando, poco a poco, a afinar la escucha y a seguir jerarquizando la práctica como lugar de origen del material que, pensado teóricamente, nos mejora la práctica, en otra vuelta de espiral.

Dijo un paciente, luego de años de terapia, y ya a punto de finalizar su terapia grupal:
“Para mí, el grupo es tener cuatro cosas: cosas en común, cuerpos que expresan, poder separarse y una zona común, que no se puede entender si viene uno, después otro día viene otro, y después viene otro a tres sesiones diferentes.... hay una zona común que es distinta.”

2) La  Zona Común
        - No puede ser pensada sólo psicoanalíticamente.
        - Cuenta la percepción que uno tiene de sí mismo y del otro.
        - Es de la experiencia.
        - Es inter y transubjetiva.
        - Es concreta.
        - Es material.
        - Es caótica.
        - Es compleja.
        - Es deseante.
        - Es necesaria.
        - Es urgente.
        - No es virtual.

La Zona Común.-

a) es una zona de apoyos psíquicos múltiples y recíprocos,
b) es una zona de influencia de uno sobre el otro (en el pensamiento, en los afectos, en las acciones),
c)  es una zona de intercambio energético, de estimulaciones, de opiniones, de fantasías.
d)  es una zona donde se ponen claramente en evidencia las tendencias isomórficas: a través de la identificación proyectiva, a través de la proyección, de los prejuicios, de los mitos, de las creencias.
e) es un lugar de inducciones recíprocas a: la acción, al pensamiento, a los sentimientos.
f)  lo que acontece en esta zona de intersección transvasa, atraviesa, distintas barreras individuales e incide en la construcción de la subjetividad de cada uno - todos - de los integrantes de la situación común.
g) es una excelente zona para aclarar los mal- entendidos vinculares.
h) es decisiva para la formación del Pensamiento Estratégico - Interpersonal Conectivo- Conjuntivo: Pensar en conjunto.
Pensamiento que busca conectar lo mejor posible, para que en la interacción con otro(s), se logren elaborar y ejecutar estrategias de relación, de vínculo, entre personas que poseen cuestiones en común,  compartidas.    

El “aprender a pensar” del pensamiento pichoniano: Un referente necesario para la construcción de la vida cotidiana en Latinoamérica.-

Pondremos un ejemplo en torno al pensamiento estratégico-conectivo.
En una entrevista televisiva, un veterano jockey de carreras de caballos, de 84 años, decía ante una pregunta del periodista:
- ¿Qué opina usted de Pablo Falero?  (otro gran jockey uruguayo que está triunfando ahora), y dice: “otro Leguizamo ( el jockey más grande de todos los tiempos en el Río de la Plata), tiene un reloj en la cabeza, o sea que él puede conocer el tiempo que pondrán los otros caballos para recorrer la distancia estipulada en la carrera pero mientras van corriendo”, (no solo en la previa, cuando se estudian los tiempos que podrían emplear los otros caballos, y el desempeño eventual de cada jockey con ese caballo, para los tiempos, en esas distancias).
 O sea que en el pensamiento estratégico para la acción, el tener “un reloj en la cabeza” de los tiempos de cada caballo, más los del propio, más la performance de cada jockey en carrera, en situación, en el aquí y ahora, es lo que le permite obtener tantos logros y éxitos en una carrera.
Es decir, en la perspectiva que él tiene de lo que cada uno de los otros podría estar haciendo, e incidiendo, recíprocamente, entre todos los que están presentes, corriendo esa carrera.
Pero es un éxito individual, no está en función de un objetivo común a lograr con otros. No es para armar conjunto.
Una instancia más avanzada, aún, es el pensamiento conectivo – conjuntivo.
Este es un pensamiento que busca conectarse lo mejor posible para que en la interacción con otro(s), se logren elaborar y ejecutar estrategias de relación entre personas que poseen cuestiones en común, compartidas.
Pensamos que la toma de decisiones en las estrategias vinculares está determinada y fundamentada por las perspectivas, por las meta-perspectivas y por la meta-meta perspectivas de cada uno de los integrantes de la situación grupal.
Es uno de los factores que impulsa a la integración - o no - del pensar, del sentir y del actuar.  Clave para elaborar estrategias de acciones comunes, conjuntamente.
Operan igual que las creencias, los mitos, las fantasías, los mandatos familiares y sociales. Es que las perspectivas así instrumentadas, condensan contenidos representacionales, mitos y creencias de unos con otros.
Es una zona clave para trabajar en la Clínica en Salud Mental: la reciprocidad, la correspondencia, la co(r)respondencia, lo mutuo, que son interpersonales, intersubjetivas, y transubjetivas.

¿Cómo funcionaría el psiquismo?-

Observen este dibujo de un niño de 8 años, en una sesión familiar:

 

Fig. 6. Dibujo de Z.

Fig. 7. Esquemas que muestran cómo operaría el “psiquismo conjunto”.

Las Zonas Comunes (o la Zona Común) del psiquismo poseerían carriles de comunicación, puentes de pasaje, “tentáculos”, “pseudópodos”, que serían invisibles para la visión humana. Estos serían comunicadores de mensajes, receptores de información, transmisores y transductores de Energía, apoyos, soportes.
El punto de unión y de intercambio de estos “puentes” serían  parte de las hebras, que se anudarían para construir algunos de los múltiples nudos (groppos) de los fenómenos grupales y colectivos.
Se produce una ligadura que tira onda – energética – (como lo relataba un paciente), que conecta y que anuda fuertemente.
Por ellos transitarían las perspectivas, metaperspectivas, y meta-meta-perspectivas. Para la construcción de la subjetividad, de la Grupalidad, del pensamiento estratégico - conectivo para lograr estrategias vinculares comunes, que satisfagan necesidades básicas del mundo de hoy.

Tres temas pichonianos.-

 El énfasis en la necesidad, el “cambiar la cabeza” y el “aprender a pensar”.

       Necesidades vitales básicas del mundo de hoy.-

1.- Una necesidad del ser humano es la de tener algo en común entre dos o más personas.
¿Para qué?:
a) para lograr un soporte en el otro (que no es consciente),
b) una comprensión recíproca que posibilite estrategias comunes en las tareas que se realizan,
c) un intercambio que apunte a una consolidación o modificación de los contenidos, valores, pensamientos, sentimientos,  
d) a la circulación energética a través del suministro de energía, o de la  transformación de energía,
e)  un reconocimiento,
f) una ética, una estética, dignidad, placer, calidad de vida.
g) un aumento de la autoestima.

2.- Otra necesidad vital, en el mundo de hoy, es la de ser entendido, ser comprendido por los otros con quienes se convive y se mantienen tareas comunes.
Si este entendimiento no se produce, se genera, inevitablemente, un “malestar”, con sensación de angustia, inquietud, sentimientos de soledad y tristeza, generados por la falta de soporte  y por la no conexión.

3.-  “La necesidad de reconocimiento mutuo, la necesidad de reconocer al otro y ser reconocido por él, es lo que han pasado por alto muchas teoría del sí – mismo.
 Esta idea de reconocimiento mutuo es crucial para la visión intersubjetiva.
El Psicoanálisis ha subrayado la complementariedad de la interacción, más que la mutualidad”
(pág. 52 “Lazos de amor”, Jessica Benjamin).

Si pensamos desde el Psicoanálisis clásico individual, es una zona muda, ciega, sorda, e ignorada.
 Es imposible abarcarla como globalidad con un abordaje individual, puesto que ahí no pueden hacerse presentes cuestiones claves como las perspectivas – que luego desarrollaremos- de cualquier Otro al cual se están refiriendo en el setting psicoanalítico, y analizarlo en la situación transferencial con el psicoanalista.

2).La Poesía reveladora de R. Laing.

Ronald Laing describe a las personas dentro de un sistema social.
Nexo, conexión, relaciones interpersonales, etc., son algunas maneras en que cada persona afecta la experiencia  que cada uno tiene de sí mismo y de los otros, y como ser humano realiza esta interacción (ver Percepción Interpersonal de R. Laing, Edit. Amorrortu).
“La interacción entre personas en un sistema social lleva a la experiencia de este encuentro y esta experiencia lleva a un reconocimiento a una conexión a un apuntalamiento y a su vez contribuye a la realización a la conexión o a la destrucción con el otro o del otro”.
¿Cómo hacer entonces técnicamente para visualizar, detectar, la interacción recíproca, la afectación, la incidencia de unos sobre otros?
Ronald Laing, citando a Susan Isaacs en el libro “El Yo y los Otros” (1er. Cap.), dice:
“La inferencia es el mecanismo por el cual el yo “conoce” la experiencia del otro.
Infiriendo sobre la experiencia del otro que es ese algo de la experiencia que está fuera de la advertencia del otro”.
Susan Isaacs dice que “el testimonio explícito del otro no es necesario para confirmar las inferencias (inferencias de la fantasía inconsciente), porque el otro no puede experimentarla”.
Estamos de acuerdo en lo que se refiere a la experiencia de las fantasías y a las vivencias, pero estamos en desacuerdo en que no sea necesario explicitarlas.
La explicitación es clave para la elaboración personal conjunta de estrategias conectivas vinculares de interacción interpersonal.
Si bien es imposible percibir la experiencia del otro, lo que sí se puede es darse cuenta de su propia experiencia de ese otro.
Las inferencias sobre la experiencia del otro desde nuestras percepciones directas de sus acciones constituyen actos de atribución (R. Laing). La atribución es de cualidades, de condiciones, de intenciones, de motivos, etc.
Según Laing, hay tres modos de experiencia: la imaginación, la memoria y la percepción.
Según Käes, el apuntalamiento es múltiple, mutuo, reticular y crítico. Se produce en relación a la estructura pulsional, al cuerpo, a la función materna, a la función paterna, a los grupos, a las instituciones, y a lo social en su conjunto, por medio de los sujetos que integran los grupos y las instituciones.
El apuntalamiento implica sostén, modelo, resquicio.
“La apoyatura es en doble apoyo, por complementariedad o por antagonismo, con un contrato de  apoyatura que implica reciprocidad en el placer y en el beneficio del doble apoyo, y con un espacio intermediario de este apoyo” (Käes).
La entre apertura es como el espacio transicional de Winnicot, o el encuadre de Bleger, o la función alfa de Bion. 
Mi visión directa de mí y del otro, esa es la perspectiva”. (“Percepción Interpersonal”, R. Laing, pág. 32) (ver más adelante).
“Mi visión de la visión que los otros tienen de mí, mi perspectiva de la perspectiva que los otros tienen de mí, es lo que denominamos una metaperspectiva, y el otro que supongo que yo mismo soy para el otro, cómo yo creo que tú me ves, es lo que llamamos mi metaidentidad”.
 Ahora bien, este esquema puede ampliarse hasta abarcar meta-meta y meta-meta-meta perspectivas e identidades, lógicamente hasta el infinito.
O sea, que la meta-meta-metaperspectiva es la visión que el otro tiene de la visión que yo tengo de lo que él piensa de mí” (R. Laing).

La Poesía reveladora de R. Laing.

 Si no sé que no sé
 creo que sé.
 Si no sé que sé
 creo que no sé.

                                                                             (Página 55, “Nudos”, R. L.). 

 Juan puede ver que él ve
 lo que Juana no puede ver
 y que Juana no puede ver que Juana no puede ver eso.
 Juan puede ver que él ve
 lo que Juana no puede ver
 pero Juan no puede ver
 que Juana no puede ver
 que Juana no puede ver eso.
 Juan trata de que Juana vea
 que Juan puede ver
 lo que Juana no puede ver
 pero Juan no puede ver
 que Juana no puede ver que Juana no puede ver eso.
 Juan ve
 que hay algo que Juana no puede ver
       y Juan ve
 que Juana no puede ver que ella no puede ver eso
 Aunque Juan puede ver que Juana no puede ver que ella no puede ver eso
él no puede ver que él tampoco puede verlo.
                                        (Página 57, “Nudos”, R.L.).

          
Juan cree
que él no sabe
lo que cree 
que Juana cree
que él no sabe
Pero Juana cree que Juan lo sabe.
 Así que Juana no sabe
 que ella no sabe
 que Juan no sabe
      que Juana cree 
 que Juan sabe         
  y Juan no sabe que él no sabe
   que Juana no sabe que ella no sabe
 que Juan no sabe
 que Juana cree que Juan sabe
 lo que Juan cree que él no sabe.

                                                                             (Página 59, “Nudos”, R.L.).     
-----------------
                                                                                                           
 Juan no sabe que él sabe
 y no sabe
 que Juana no sabe.
 Juana no sabe que ella no sabe,
 y no sabe
 que Juan no sabe que él sabe
 y que él no sabe que Juana no sabe.
 Los dos lo pasan muy bien.

                                                                             (Página 60, “Nudos”, R.L.).

 Juan cree que Juan ve lo que él no ve,
 y que Juana ve lo que ella no ve.
 Juana le cree a Juan.
 Ahora ella cree que ve lo que Juan cree que Juan ve
 y que Juan también lo ve.
 Es posible que ahora los dos estén completamente equivocados.
                                                                             (Página 64, “Nudos”, R.L.).

 Sólo desde una zona vista por un tercero, equidistante a los integrantes de una pareja se pueden visualizar muchos de los fenómenos que generan malos-entendidos entre ellos, y donde la función del terapeuta, justamente, es la de traducir, mostrarle a cada uno lo que cada uno dice y cree que ve, y lo que cada uno no ve.
O sea, las zonas visibles e invisibles de cada uno y de cada uno en relación al otro, a los dos, y de los dos en relación a cada uno.

 Juana puede ver que Juan no puede ver,
 y no puede ver que él no puede ver.
 Juana puede ver POR QUÉ
 Juan no puede ver, pero Juana no puede ver PORQUE
 Juan no puede ver que él no puede ver.

 Juan “ve” que Juana está ciega
 y que Juana no puede ver que lo está.
 Juan se da cuenta de que los dos lo están.

 Juan no puede ver que él no puede ver
 y no puede ver
 que Juana no puede ver que Juana no puede ver.
 Y viceversa 
                        (Página 76, “Nudos”, R.L.).

En las terapias familiares y de pareja ésta situación es muy frecuente. Es el técnico quien capta cómo cada uno puede, o no puede, ver realmente, según la dinámica de la sesión.

Esta otra es una situación imposible,  que hay que mostrarla en la terapia como imposible:

 Narciso se enamoró de su imagen, creyendo que era
 de otro.
 Juan se enamora de la imagen que Juana tiene de Juan,
 creyendo que es la de él mismo.
 Ella no debe morir para que él no se pierda a si mismo.
 Él está celoso de que la imagen de otro pueda reflejarse
 en el espejo de ella.
 Juana es un espejo deformante para si misma.
 Juana debe deformarse a si misma para no aparecer deformada
 ante si misma.
 Para no verse deformada, procura que Juan deforme
 la imagen deformada que hay de ella en el espejo deformante de él
 Ella espera que la deformación que él haga de su deformación le permita
 no ver deformada su imagen sin tener ella misma que deformarla.
                                                                              (Página 31, “Nudos”, R.L.).

  Esto se ve en una primera consulta:
 
 Algo debe andar mal en él
 porque no se portaría así
 si algo no anduviera mal
 por lo tanto, si se porta así
 es porque algo anda mal en él

 Él no se da cuenta de que algo anda mal en él
 porque
 una de las cosas
 que andan mal en él
 es que no se da cuenta de que algo
 anda mal en él
 por lo tanto
 tenemos que ayudarlo a que se dé cuenta
 de que el hecho de que no se dé cuenta
 de que algo anda mal en él
 es una de las cosas
 que andan mal en él.

                                                                              (Página 5, “Nudos”, R.L.).
                          
El trabajo sobre las perspectivas, las meta- perspectivas y las meta- meta- perspectivas  permite:

 - conocer mejor al otro,
 - permiten una ligadura mayor con el otro,
 - permiten un reconocimiento del otro, o la detección de que no hay reconocimiento del otro,
 - la doble apoyatura del psiquismo,
 - permiten la fusión-separación alternantes,
 - permiten elaborar estrategias de acción, tanto individuales como vinculares,
 - permiten satisfacer las expectativas de producción, que aumentan la autoestima, y permiten ajustar las expectativas, disminuyendo los niveles de frustración por desconocimiento de cómo es el otro.
Esta lectura de la realidad hay que conjugarla, a su vez, con las “lentes” adecuadas para observar las variables de género, la dominación, el poder, la cultura, la clase social, etc.
Se sale de otra manera del encuentro interpersonal e intersubjetivo en las Zonas Comunes cuando son francas.
Los dos (o más) involucrados participan, son parte, forman parte, se conmueven en la intersección (se con- mueven).

 
3.-     Cómo funcionaría el AREA 4.-

      Como vimos anteriormente, las Zonas Comunes (o la Zona Común) del aparato psíquico poseerían carriles de comunicación, puentes de pasaje, “tentáculos”, “pseudópodos”, que serían invisibles para la visión humana. A su vez, estos serían comunicadores de mensajes,  receptores de información,  transmisores y transductores de Energía.

      El punto de unión y de intercambio de estos “puentes” podríamos pensar que serían las hebras que se anudarían para construir  algunos de los múltiples  nudos (groppos)  de los fenómenos grupales y colectivos. Por ellos transitarían las perspectivas, metaperspectivas, etc.

4).    CUESTIONES DE LA PRÁCTICA

¿Cómo hacer entonces, técnicamente, para visualizar, detectar, la interacción recíproca, la afectación, la incidencia de unos sobre otros?
La explicitación de las múltiples perspectivas es clave para la elaboración personal, conjunta, de estrategias conectivas vinculares de interacción interpersonal.

      Estrategia inclusiva del otro.-

Howard Gardner plantea en “La inteligencia reformulada”, la existencia de estrategias vinculares de la inteligencia interpersonal.
 
  Pensamos que la toma de decisiones en las estrategias vinculares está determinada y fundamentada por las perspectivas, por las meta-perspectivas y por la meta-meta perspectivas de cada uno de los integrantes de la situación grupal.

-  “Hay que conocer cómo piensa el otro para ofrecerle lo adecuado, lo que necesita, con una estrategia a corto plazo o a largo plazo...es fundamental el tema del tiempo porque uno puede llegar tarde a lo que se precisa”.
-  “Es muy importante la influencia de afuera de uno”.

      La explicitación de las perspectivas, meta- perspectivas, y meta- meta-perspectivas en el curso de una relación, en este caso de una terapia, marcan un punto de inflexión, de no retorno a la especulación imaginativa, a la proyección masiva de representaciones unilaterales, inciertas, sobre el otro, y a una estrategia común fallida. Ya no se puede volver al no saber de ese punto, a estar en el aire, sin apoyo.

 Este tema es parte esencial del funcionamiento de los Grupos, particularmente de los roles, funciones y lugares, - prescriptos o informales – para el cumplimiento de  tareas comunes.
Tiene que ver con la identidad, con la necesidad de ir creando una identidad de los distintos subgrupos dentro del Grupo familiar, que permite la construcción de los agentes del proceso de producción grupal. Y más, aun, en el mundo actual, con las nuevas conformaciones familiares.
Sólo desde una zona vista por un tercero, equidistante a los integrantes de un grupo, se pueden visualizar muchos de los fenómenos que generan diferencias, discrepancias, malos-entendidos entre ellos, y donde la función del coordinador, o de un terapeuta, es  mostrar lo que cada uno dice y cree que ve, y lo que cada uno no ve. O sea, las zonas visibles e invisibles de cada uno, y de cada uno en relación al otro, a los dos, tres, etc., y de los otros en relación a cada uno.

El tema de la Zona Común nos enfrenta a grandes temas.-

1.- Epistemológico: la Epistemología Convergente de Pichon ha sido nuestra plataforma.
2.- Ideológico- Conceptuales: el intercambio de perspectivas, ¿en torno a qué contenidos, a qué valores?
   Jerarquizamos el trabajo colectivo, la equidad de Género, lo común, lo mutuo en la realidad vincular, la simetría de los integrantes en relación al poder en los colectivos, a la participación en los modos de decisión, el valor de la cooperación, la implicación, el reconocimiento mutuo, etc.
¿Cómo hacer técnicamente, para visualizar la interacción recíproca, la afectación, la incidencia de unos sobre otros?

 Fig. 8. Esquema del intercambio.

Trabajamos sobre la gran zona de intersección que se construye con los aportes de cada uno de los integrantes del grupo, que a su vez forma diferentes Zonas Comunes, comunes de unos con otros, en progresión geométrica, en donde hay: intercambio directo, intercambio diferido, zonas de incidencia directa, zonas de incidencia indirecta, zonas de incidencia a distancia, zonas limítrofes que hay que delimitar explícitamente, con franqueza, importando y exportando contenidos representacionales, emociones, pensamientos, coordinaciones para las estrategias grupales, sobre todo en terapias familiares.
 Delimitando las fronteras de cada uno, haciendo el coordinador de despachante de aduana o de traductor de los intercambios. Traduce, o retraduce, lo que cada uno quiso decirle al otro sobre sí mismo, o sobre el otro.
   La explicitación de las múltiples perspectivas (perspectivas, meta- perspectivas, y meta- meta-perspectivas) es clave para la elaboración personal, conjunta, de estrategias conectivas vinculares de interacción interpersonal.
Marca un punto de inflexión, de no retorno a la especulación imaginativa, a la proyección masiva de representaciones unilaterales, inciertas, sobre el otro, y a una estrategia común fallida. Ya no se puede volver al no saber sobre ese punto, a estar en el aire, sin apoyo. Es una transformación.

Aquí le (les) preguntamos: -“¿y a usted qué le parece lo que se dijo, o qué entendió?”.
Lo corregimos si es necesario, les aclaramos y ajustamos las distintas perspectivas, los confrontamos en una postura activa.
La regla de la abstinencia que utilizamos no es la del silencio regresivante, incómodo, o intolerable. Es la abstinencia de no opinar sobre lo que no debemos. No  frenar el intercambio. Disipar el estereotipo grupal.
Esta es una diferencia sustantiva con el tratamiento psicoanalítico individual, donde son todos relatos, raccontos e historias de las relaciones de los pacientes individuales con los otros, pero donde el otro (los otros) no está(n) presente(s), con sus cuerpos, su energía, su gestualidad, su metacomunicación.
Lo importante, técnicamente, en este punto del trabajo con parejas, grupos y familias o sea con “más de uno”, es tratar de ver la correlación entre el discurso verbal y gestual, el tono de voz de cada uno, lo que cada uno comprendió del otro, y de lo que quiso decir el otro (la intencionalidad y el contenido).
Trabajamos sobre lo que “contamina” la Zona Común, lo que hace “ruido” ( en términos pichonianos), que es lo que cada uno piensa erróneamente del otro sin que el otro lo sepa y no lo puede explicitar, ni aclarar.
Su explicitación y aclaración no sólo no contamina, sino que ayuda al conocimiento recíproco, y por ende, a la elaboración de estrategias comunes, por ejemplo, para la convivencia familiar.

Esquemáticamente,  tratamos de abarcar la mayor cantidad posible de variables de la Zona Común.
 Consideramos, por lo menos, siete subzonas, con sus diferentes momentos y planos de análisis, sólo separables metodológicamente para la descripción expositiva. (ver  figuras 9 y 10).

                                                

                                                                                 
                                     Fig. 9 y 10.
                       
- Tres de un sujeto a otro: la perspectiva, la meta – perspectiva y la meta- meta-perspectiva;
- tres del otro: la perspectiva, la meta – perspectiva y la meta –metaperspectiva del otro sujeto;
- la visión de los observadores (con sus propias zonas) que buscan captar esa globalidad configurada:
La ZONA COMÚN construída, más las seis perspectivas (y estamos hablando nada más que del caso de una Díada).
En el caso de tríadas, u otros conjuntos, son más las variables que integran esa complejidad.
La explicitación de las múltiples perspectivas es clave para la elaboración personal, conjunta, de estrategias conectivas vinculares de interacción interpersonal.
 “Las perspectivas son mi visión del otro. Mi visión de la visión que los otros tienen de mí, mi perspectiva de la perspectiva que los otros tienen de mí, es lo que denominamos una metaperspectiva, y el otro que supongo que yo mismo soy para el otro, cómo yo creo que tú me ves, es lo que llamamos mi metaidentidad. Ahora bien, este esquema puede ampliarse hasta abarcar meta-meta y meta-meta-meta perspectivas e identidades, lógicamente hasta el infinito. O sea, que la meta-meta-metaperspectiva es la visión que el otro tiene de la visión que yo tengo de lo que él piensa de mí” ( R. Laing).
En esta Terapia Operativa se trabaja sobre las distintas zonas: sobre las zonas de libre pasaje, de la intersección,  (según los dibujos de las figuras 1, 2, 3), de un psiquismo con otro, y a diferencia de la terapia individual, se trabajamos sobre esta zona de pasaje. Desde las claridades, desde las oscuridades, desde las dificultades.


                                                                       
Intentamos hacer explícitas las idas y vueltas de espiral de las meta-perspectivas, por lo que hablaremos de posiciones en los giros de las meta-perspectivas.

Otro aporte técnico que hemos puesto en práctica en relación al abordaje de las perspectivas y meta – perspectivas es el de las interrupciones y aclaratorias, ante cada oscuridad en los planteos sobre lo que cada uno dice en una sesión.
En realidad, apuntamos a tratar de detectar lo que dijo cada uno y a lo que, posiblemente, entendió el otro- o no entendió – cuando cada uno está presente.
Los interrumpimos cuando hablan de más. Cuando no saben como decir algo, los ayudamos a “traducir”.
Aquí, le decimos al otro: “¿y a usted qué le parece lo que se dijo?”, o “¿qué entendió?”
Los corregimos si es necesario. Les aclaramos y ajustamos las distintas perspectivas.
 Los confrontamos en una postura activa.

     En los Grupos, la explicitación y aclaración de las perspectivas y meta- perspectivas de los integrantes de la situación grupal son variables que anudan fuertemente a los integrantes del grupo.

               
Algunos resultados obtenidos con este modo de pensar e intervenir.-

1) Se anudan más los vínculos o se separan con más claridad. Se afianzan más los sujetos, se tornan no sujetados (Guattari).
2) Mayor soporte, mejor apuntalamiento psíquico.
3) Reconocimiento mutuo: “cada uno es un sí mismo, igual, central, separado y equivalente” (Jessica Benjamin, “Sujetos iguales, objetos de amor”; pág. 62).
4) Incremento de la participación, con posibilidades de compartir, de colaboración, de cooperación, y también de solidaridad en la tarea.
5) Menos alienación, bienestar, calidad de vida, mayor aprovechamiento del tiempo y de las energías psíquicas.

Para el final.-

 Entendemos que el término “interpersonal” amerita una justa revisión.
 La inducción vincular, la colusión, las Psicosis Infantiles y las Psicosis Delirantes Agudas de base emocional, las estrategias comunes interpersonales para el logro de ciertos objetivos comunes, nos obligan a repensar la devaluación histórica que recayó sobre lo “interpersonal”, así como también sobre el “nosotros”. Y comprender sobre qué fundamentos se sostiene esta suerte de tendencia actual a hablar de vínculos humanos interpersonales.

En suma.-
Este enfoque no es Freud, más Sartre, más Pichon Rivière, más Käes y otros, sólo por mencionar a algunas de las fuentes. Es otra cosa.
 Creemos que  tiene algo de novedad, puesto que la Zona Común, es decisiva para la construcción de la subjetividad, para el funcionamiento del psiquismo, para el logro de un pensamiento estratégico - interpersonal – conectivo - conjuntivo.
Y de este modo, para la construcción de estrategias vinculares comunes para la satisfacción de necesidades vitales en el mundo de hoy.
Nos coloca a los Psicólogos Sociales “especialistas de lo micro” como para ayudar en algo al proceso de construcción de un mundo mejor.

 
Fuentes de la Clínica:

 

1)La Zona Común es la Cuarta Hipótesis de “Las Seis Hipótesis acerca de los Grupos Humanos”
(A. Scherzer, 2004).

2)Howard  Gardner plantea (en “La inteligencia reformulada”) la existencia de estrategias vinculares de la inteligencia interpersonal.

 

BIBLIOGRAFIA.-

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