Th.von Salis: Un testamento de Armando Bauleo
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Un testamento de Armando Bauleo
Thomas von Salis (1)
Junto a la publicación de un comienzo de bibliografía de las obras escritas de Armando Bauleo, iniciada por Horacio Foladori, quiero insistir en el carácter de testamento que se encuentra en las obras de Armando – ahora su propio testamento. Pero antes fue el de Pichon-Rivière que Armando estaba realizando.
En Contrainstitución y grupos, 1977, Ed. Fundamentos,- Madrid-, “A modo de presentación”, Armando dice que la muerte de Pichon-Rivière hace que las enunciaciones sobre la historia de nuestra disciplina tomen un otro sentido. Se puede decir que ahora estamos en una situación comparable con respecto a Armando.
En la ponencia del congreso de Madrid 2006 Armando dice:
“Creo haber realizado una resumida puntuación que nos permite iniciar una indagación sobre nuestra actualidad en el campo del movimiento grupal. Movimiento que nos sirve para estudiar e intervenir en el contexto social-histórico en el cual estamos incluidos. Espero que esta ocasión sea sólo el inicio para profundizar esta indagación”.
Así Armando termina su ponencia. Habla de un movimiento. E insiste sobre el psicoanálisis. Claro que “el movimiento grupal” nos invita a la asociación con el movimiento psicoanalítico freudiano. Un movimiento intelectual, cultural y político.
“Dentro de nuestra concepción, la Psicología Social se ocupa de situaciones de alta complejidad, ya que comienza a partir de emergentes comunitarios y o regionales y de ese presente se sumerge en la profundidad de sus historias”.
Armando quiere combatir la superficialidad y nos invita a profundizar.
“Pichon-Rivière ha establecido un primariato, o lugar de privilegio, al dar a la Psicología Social la posibilidad de otorgar una identidad.” - Otorgar: hacer un testamento!
El “vínculo” pichoneano nos provee “de un elemento... para entrar en... colectivos, ya no sólo grupales sino también institucionales o comunitarios”. – Profundizar el trabajo grupal sería entonces pensado en el doble sentido, en el inconsciente individual y colectivo, vertical y horizontal. La noción del grupo interno tiene así un sentido muy actual.
La cuestión en medio de la ponencia “¿continúa vigente hoy la imagen o sentimiento de la presencia de un Grupo Interno, en los sujetos? ¿Se difunde ahora que ese grupo interno es uno de los pilares de la concepción operativa?” fue retórica. La noción del grupo interno resulta con necesidad del hecho que la tarea grupal existe en diversas versiones en cada miembro del grupo. Armando apunta al surgimiento típico del familiarismo o fantasma de que el grupo presente sea correspondiente al grupo familiar – transfert grupal.
La coordinación debe realizar un análisis de su contratransferencia y para eso necesita la formación psicoanalítica grupal y las supervisiones de sus trabajos de coordinación.
La superficialidad inquietante surgida con “un populismo exasperado” está señalada por la expresión: “Existe... un ver y un oír con los pabellones de las orejas”. El analista tiene que analizar sus puntos ciegos. “Se hace difícil para quien no ha elaborado ciertos conflictos propios ayudar a otros a resolver esos mismos conflictos”.
Coordinar un grupo no es simplemente moderar. Armando insiste en los principios freudianos para descubrir lo latente: “Una cierta cantidad de autores han homologado nuestra concepción grupal con juegos infantiles, no en un sentido Winnicottiano sino circense, por ejemplo comenta un autor sobre las consecuencias divertidas que suscitaría la ausencia de la tarea, cuando bien conocemos que la no presencia de la tarea provoca una angustia por la imprecisión de la situación y un clima de confusión. ... La verdadera diversión se produce, cuando la demolición del obstáculo epistemológico provoca ‘explosiones creativas”.
Un punto muy importante e interesante para personas trabajando en diversos sectores de la sociedad y en culturas diferentes de la cultura latina y Argentina, es la insistencia sobre la necesidad de utilizar el instrumental completo para analizar el obstáculo epistemológico: “nunca nos vimos obligados a disminuir el nivel teórico de nuestro trabajo”.
Ese nos hace perseguir la labor de trabajar sobre los textos – a veces difíciles – de Armando. La bibliografía debe ser completada, y los lectores están invitados a enviar referencias que falten en esta bibliografía a Horacio Foladori o a mí mismo.
Queremos realizar el testamento de Armando.
(1) Facharzt für Kinder- und Jugendpsychiatrie und Psychotherapie FMH
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